Cuenta que supo del protocolo tres horas antes de firmarlo. Dice que valora el cambio que significará la reforma en términos generales, pero no le gusta lo que se resolvió en cuanto a vivienda, suelo y algunas definiciones sobre la inversión en el extranjero. Respalda que el proyecto se apruebe pronto, porque «todas las reformas tributarias tienen un efecto en la marcha de la economía».

Carlos Montes está en la playa. Partió ayer, para despejarse un poco después de una semana dura que terminó la tarde del jueves, cuando la comisión de Hacienda del Senado aprobó la reforma tributaria.

Las negociaciones en torno al proyecto -que se votará en sala entre martes y miércoles-, fueron largas y complejas. Sobre todo a partir del 8 de julio, cuando se firmó el protocolo de acuerdo entre el oficialismo, el Gobierno y la Alianza.

Como miembro de la comisión, el senador fue uno de los firmantes.

-Hoy, ¿cómo evalúa ese episodio?

-Creo que la forma en que se presentó al país tenía sus problemas. Nadie entendió muy bien esto de que aparecíamos en una foto con la UDI, con RN, con los presidentes de partido detrás… Fue sorpresivo.

-¿Solo la forma?

-No, desgraciadamente también hubo un problema en cómo se gestó el contenido. Veníamos discutiendo con el ministro temas que había que mejorar del proyecto, y de la noche a la mañana, el ministerio por otro lado está conversando con la derecha.

-¿Lo sorprendió?

-A todos nos parecía bien si podía haber acuerdo. ¡Imagínese!, que la derecha se sumara a los objetivos de recaudación y de justicia tributaria… El problema es que de repente llega un protocolo que no conocíamos, y al leerlo rápido con algunos técnicos vimos que había muchos forados. Entonces por qué no incorporar al texto la decisión de cerrar esos forados. Pero el Gobierno ya tenía acuerdo con la derecha en esos términos y no aceptó ninguna cosa».

-¿Cuando conoció usted el protocolo?

-Dos o tres horas antes de que se firmara. Algunas materias las habíamos trabajado nosotros.

-Entiendo que pidió más tiempo.

-Pedí que incorporáramos esto al texto. Podía ser ahí o después. Pero no hubo buena disposición. A mí no me convencía mucho en esos términos porque iba a generar problemas posteriores. Bueno… Ahí fue muy importante Lagos Weber, que hizo que Arenas y Zaldívar estuvieran de acuerdo en comprometer que los forados se iban a cerrar en las indicaciones.

-Como presidente de la comisión, ¿Lagos Weber lo supo antes o con ustedes?

-Puede que un poquito antes, quizás.

-¿Horas o días?

-Horas.

-¿La Alianza fue parte de la redacción?

-Creo que participaron bastante en la redacción, pero no tengo certeza. Creo que más bien participó (Juan Andrés) Fontaine. Más que los parlamentarios.

-Le debe haber costado firmar…

-Bueno yo lo estudié ahí y vi que tenía cosas buenas, y deficiencias. Hablé con la bancada de senadores, con Andrade, y se decidió firmar. No había mucha alternativa, porque si no se firmaba se generaba un problema político mayor, y ante el compromiso de que se iban a cerrar estos forados en el proceso de indicaciones, bueno, lo hicimos.

-¿Si este proyecto requiere mayoría simple, por qué el ministro Arenas optó por buscar un acuerdo?

-En general en las cuestiones tributarias se busca el acuerdo lo más amplio posible. Pero en este caso yo creo que influyó la desaceleración económica y, por lo tanto, la incertidumbre de que no se avanzara, de que no se resolviera, de que hubiera mucha discrepancia. En ese marco, tener un acuerdo era una manera de evitar que esto siguiera influyendo. La desaceleración económica hizo necesario el protocolo de acuerdo. Y también influyó que el proyecto original tenía ciertas deficiencias.

Valoración del proyecto

-¿El proyecto cambió en lo sustancial?

-En el proyecto de ley original, todos los ingresos pagaban impuestos. No había utilidades no distribuidas que no pagaran impuestos, y por tanto no había forados. Después del protocolo se abrieron a lo menos 14. Algunos se cerraron bien, y otros más o menos no más. En lo que salió hay una parte que es renta no distribuida que no paga impuesto sy están diferidos los impuestos. Nosotros tratamos de ponerle límite a esto. Al final terminamos generando mecanismos de control, más facultades a impuestos internos, pero no necesariamente poniendo los límites que habíamos planteado.

-¿Quedó conforme?

-Era una opción posible, no la mejor. En términos políticos, el control de los grandes grupos se mantuvo sobre buena parte de estos ingresos. Pero con los mecanismos de control, por ejemplo, se obligó a dar información de la plata que va para afuera, sino tienen que devolver los impuestos más algunas sanciones. En todo caso estos impuestos se reemplazaron en parte por otros, uno muy importante es a la empresa.

-¿Cómo evalúa el resultado general?

-Se va a recaudar 3% del PIB, se enfrentan muchos privilegios y se cierran forados. Desde ese punto de vista, globalmente, yo creo que hemos dado un paso para lograr algo muy superior a lo que había, porque el país no va a ser igual una vez que se empiece a desarrollar esto. Aquí dimos cambios importantes y yo eso lo valoro. Creo que sin duda en el tema del suelo, que para mí es muy importante, prácticamente no se logró avanzar nada, porque hubo distintos tipos de resistencia y de bloqueos y de miedo.

-Usted tuvo reparos con eso y con los temas de vivienda.

-Yo advertí antes que en eso consideraba que había una mala solución. No comparto lo que se dice con respecto a vivienda, y estoy muy convencido de que estamos cometiendo un error. Si uno mira la norma colombiana, la norma brasilera, incluso cobran plusvalía. Y después tuve una diferencia también a propósito del tema suelo, porque en el proyecto del Gobierno venía una indicación que decía que se consideraba vendedores habituales de propiedades, de inmuebles, aquellos que loteaban y urbanizaban un determinado terreno.

-¿Por qué no se acogió esto?

-Presionó la derecha ahí. El problema es que son lotes urbanizados. Esta es una vieja discusión, porque pueden armar condominios, que es una forma de invertir también, y se hace. ¿Por qué en el suelo no quedé satisfecho? Porque era una oportunidad de haber avanzado más, pero no había suficiente conciencia. Y por otro lado, el IVA a la construcción lo administran las empresas y no el Estado. Si los chilenos sin casa supieran que en este momento se les está dando un subsidio de 225 UF a las personas que construyen casas de hasta 9000…

-Hubo molestia en distintos sectores por la aprobación de una tasa preferencial para repatriar capitales en el exterior.

-Este es un tema que se viene planteando hace cinco años, siempre habíamos señalado que esto tiene miles de riesgos, que no era conveniente. Sin embargo, el ministro Arenas llegó a un acuerdo con Juan Pablo Letelier y lo puso en el protocolo de acuerdo. Ricardo Lagos Weber y yo no estábamos de acuerdo, pero el ministro lo puso. Se reduce el riesgo al mínimo posible, pero igual tiene cierto riesgo, porque esto tiene que ver con capitales que salieron a la mala de acá. Nosotros le dijimos al ministro varios meses atrás: ministro, todo esto es decisión suya, usted toma la decisión y usted toma la responsabilidad.

Efectos en la economía

-¿Cómo evalúa el desempeño del ministro de Hacienda?

-Para hacer una reforma tributaria de esta envergadura, presentando el proyecto en los primeros 20 días, el ministro ha jugado un papel bastante fuerte. Ha tenido la decisión de no ser pasado a llevar, porque hubo una campaña muy fuerte de críticas en algún momento.

-¿Se conocían de antes?

-Yo lo conocía básicamente de como subdirector de presupuestos. El ministro es una persona con harta experiencia en negociación, porque estuvo a cargo de eso. En todo caso en el presupuesto es totalmente distinto, porque en el fondo la manija completa la tiene el director. Acá no. Aquí son leyes y requieren aprobación artículo por artículo, es una situación distinta. Entonces, bueno… desplegó toda su experiencia.

-¿Qué opina de la petición de que esto se apruebe en septiembre?

-El ministro quiere incorporar 2 mil millones de dólares para 2015, que servirían para distintos objetivos educacionales y otros. Por eso esta presión. Y yo lo encuentro razonable. Todas las reformas tributarias tienen un tiempo acotado de discusión, porque tienen un efecto en la marcha de la economía.

-Pero la desaceleración, por ejemplo, es algo de lo que se habla hace bastante…

-La desaceleración empezó el 2013, con el gobierno anterior. La sorpresa estuvo más bien en la envergadura, por el Imacec. La causa de la desaceleración tiene mucho que ver con lo que ocurre en China, y también con una subejecución presupuestaria del gobierno anterior… Y en este contexto la reforma generó ciertas inquietudes, incertidumbres, y no podía durar mucho. Esto tenía que ser un tiempo acotado. De tal manera, que este factor de incertidumbre quedara superado.

-¿La reforma sí afectó a la economía?

-Yo creo que sí. Es imposible que una discusión sobre el régimen tributario y con un cambio estructural no tuviera en algún momento efectos mientras no se sabía qué es lo que iba a salir y qué es lo que se presentaba. Ahora, esto va a quedar bastante calmo después de terminado este primer informe. Desde la discusión en el Senado ya se empieza a tener claro qué es lo que viene y qué es lo que no viene.

«No había mucha alternativa, porque si no se firmaba (el protocolo) se generaba un problema político mayor».

«Es imposible que una discusión sobre el régimen tributario y con un cambio estructural no tuviera en algún momento efectos en la economía».

«Al final terminamos generando mecanismos de control, más facultades a impuestos internos, pero no necesariamente poniendo los límites que habíamos planteado».

«No veo al PS suficientemente metido en educación»

-¿Cómo ve el cambio de estilo del ministro de Educación?

-Con mucho más presencia en colegios y distintos lados, más preocupado por el tema de la educación pública. Lo veo buscando variantes en todo lo que se refiere al proyecto que está en el Parlamento, y lo veo también asumiendo más que los colegios particulares subvencionados son un colaborador del Estado, independiente de que haya algunos que operan muy mal y que hacen barbaridades.

-¿Ve posible un acuerdo en educación?

-En algunos temas, ojalá que lo hubiera. Yo espero que en desmunicipalización lo haya. En lo que se refiere a fin del lucro, es muy difícil. En lo que se refiere a la transformación de la educación superior, creo que es tremendamente difícil. Creo que hay posibilidad de acuerdos parciales. Globales, del conjunto, lo veo muy difícil.

-¿Qué le pareció que la DC dijera que ha puesto los puntos sobre las íes en el debate educacional?

-Trataría de no reaccionar frente a esas frases, porque son más bien estrategias de posicionamiento que de un debate real, de contenidos. A veces yo siento que la DC trata mucho de posicionarse a sí misma más que empujar un proceso. Yo encuentro respetable que Ignacio Walker quiera posicionar a la DC, pero también tenemos un compromiso, que es sacar adelante un programa.

-¿Cómo está la relación del «eje histórico»?

-El «eje histórico» era de otra época, ahora se requiere de un acuerdo de todos, es distinta la composición y el programa de la Nueva Mayoría.

-¿Y las relaciones en el bloque?

-Siempre ha habido diferencias, lo que pasa es que ha habido formas de procesarlas diferentes, que han sido a veces renunciando a posiciones para buscar acuerdo. Hay que tener más debate sobre las diferencias, y que se sepan los puntos comunes y los diversos. Tiene que haber debate. Eso va a enriquecer la democracia, la vitalidad de la propia coalición, porque la coalición tiene que tener vitalidad y la vitalidad no es ordenarse solamente detrás de lo que dice un ministro y que todo el mundo tiene que decir lo mismo que el ministro. Un ministro se puede equivocar o no decir las cosas adecuadamente.

-¿Cómo se logra eso?

-Eso es tarea de todos, no del equipo del ministerio. Sobre todo, a mi juicio, una de las cosas que no ha andado bien en estos cinco o seis meses son los jefes de partidos, que deben ser la instancia principal de decisión política, de conducción política.

-¿Qué le ha parecido el rol de Andrade?

-Ha estado atajando goles por allá, pero creo que el PS tiene que fortalecerse en el apoyo al Gobierno. En este proceso, donde se proponen reformas muy grandes, se requiere una conducción fuerte, jugarse desde todos lados. Por ejemplo, yo no veo al PS suficientemente metido en educación.

-¿A quién apoya para la presidencia del PS?

-No he definido una posición, pero sería muy bueno que surgieran personalidades nuevas.

-¿Como quién?

-Manuel Monsalve…

-Se ha hablado de él…

-Es una opción. Es muy inteligente, tiene mucho talento, es comprometido…

-¿Qué le parecería que volviera Camilo Escalona a la presidencia del PS?

-Yo respeto mucho a Camilo Escalona y todo, pero no creo que sería un avance. Sería más bien volver a lo que ya fue.

 

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